Casablanca 75 aniversario

Tócala Sam, tócala por los viejos tiempos. Toco de nuevo la carátula del dvd de Casablanca, veo el rostro de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman y una lagrimita interior se me incrusta en los ojos.
Qué paisaje tan desolador y  triste el de un aeropuerto improvisado en el que se despiden estos dos peronajes.

Parece mentira que esta película tuviera tan bajo presupuesto, de hecho fue el actor que hacía de Laszlo el que fue el principal productor de la película y a efectos reales, el que apostó con el corazón en est historia de amor que hoy cumple 75 años. Pero parece que el tiempo no pasa por esta película sobre todo al leer citas como estas:

 "El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos."

Pero el amor es una especie de batalla, de duelo. En este caso es un duelo dentro de un conflicto internacional como lo es la II Guerra Mundial. Esta película nos ha regalado momentos tan reivindicativos políticamente y tan emocionantes como esa escena en la que Laszlo escucha el himno Nazi y le dice a la orquesta "Toque la Marsellesa". De repente todos los presentes en el bar se dan la vuelta, se giran, se ponen de pie, todos los ojos se fijan en Laszlo cantando ese himno a la libertad que es La Marsellesa. 
Por desgracia, como decía Rick cada uno tiene su destino, sea cual sea, la historia de amor entre Rick y Elsa no termina como ellos quieren, tampoco como el espectador. Siempre nos quedará París. Ahí está la magia. 



Comentarios

  1. Enamorarse. Recuerdo un poema de Ungaretti donde compara la levedad de la vida con la última hoja de un árbol en pleno otoño. Enamorarse es derrumbe. Pero también un mundo totalmente diferente. Cómo no va a merecer la pena.

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    1. Enamorarse es derrumbarse pero también levantarse gracias a la locura, a la locura y a la alegría que a veces son embriagadoras

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