Manifesto de una feminista poco trasnochada


"No quiero más drama en mi vida, solo comedias entretenidas” con esta mítica frase de Alaska comienzo mi llamamiento a hombres y mujeres a luchar (algo inherente al ser humano) por la libertad y la igualdad.


Ser feminista hoy en día se puede considerar casi un insulto, sobre todo cuando viene de la mano de gente poco informada sobre el tema y desvía el término feminista a feminazi. Termino inventado por Rush Limbaugh, un conservador antiaborto del Partido Republicano de Estados Unidos (quien, dato curioso, hoy apoya abiertamente a Donald Trump). En su libro de 1992 The Way Things Ought to Be (Cómo deben ser las cosas).
Simone de Beauvoir se quejaba de la falta e imposibilidad de emancipación de la mujer. También explicaba que el día que la mujer pueda decir nosotras, entonces las cosas cambiarán. En francés “nosotras” no existe (nous es masculino). No obstante en español tenemos ese nosotras que Beauvoir quería, pero no tenemos oídos que nos escuchen.
Hay gente, incluso medios a los que les incomoda hablar de feminismo. Desde luego, es más cómodo hablar desde la comodidad de nuestra fantasia, ese mundo de yupie en el que se supone que todos tenemos los mismos derechos. Pero no es así. Está demostrado que las mujeres cobran menos, haciendo el mismo trabajo. En muchas empresas las mujeres no pueden ascender porque los hombres se sienten amenazados, En Hollywood muchas veces las mujeres cobran menos, a pesar de exponer su cuerpo al completo mientras que; un hombre como mucho solo enseñara su culo en una película.


Las mujeres tenemos que lidiar con el hecho de que nuestro cuerpo se sexualice. No se nos mira bien si vamos sin sujetador porque vamos provocando. Instagram nos lo recuerda cada vez que censura una imagen en la que se notan los pezones femeninos, porque los masculinos no son ofensivos. En nuestros pezones está la leche que amamanta al ser humano, y en nuestra vagina el origen del mundo. Courbet supo retratarla de manera muy fiel.
Otro tema con el que hay que lidiar es la sexualidad. A menudo se dice que todas las feministas son lesbianas. El problema es que se dice de manera despectiva, ser lesbiana es como algo malo, una
especie de resignación sexual porque un hombre no te quiere. Esto último lo he oído tantas veces.....




Estoy harta de tanta tontería. Me niego a aguantar que se me insulte o se me tome por loca por luchar por la igualdad de mi género. No tolero que el lesbianismo se tome a la ligera o se haga lo más demandado en la industria pornográfica. ¡No, no y no! Es una cosa seria y no un capricho morboso. Me niego a llevar sujetador en verano o en invierno si yo no quiero, porque no es necesario, es una prenda más diseñada para tapar, no para hacernos la vida más fácil. Virginia Woolf era una reputada escritora y no se la menospreciaba por su sexualidad. Parece mentira que estemos en el siglo XXI. Las mujeres tenemos más derechos, pero socialmente se ve que no hemos avanzado mucho. Incluso en los años 80 en Madrid, en la famosa movida madrileña, había más tolerancia y respeto hacia la mujer y otros colectivos.

¿Qué nos está pasando? Noto como si hubiéramos hecho una especie de paso agigantado pero hacia atrás. Necesitamos mujeres como Virginia Woolf, como Victoria Kent, como Simone de Beauvoir o Judith Butler. No se trata de educar a las mujeres en el odio al hombre sino lo contrario. Lo ideal sería educar a niños, niñas y trans en el amor, el amor por el amor pero sobre todo el amor por el respeto y la igualdad. Entonces el mundo cambiará. 

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